Los primeros síntomas de embarazo canino suelen ser visibles cerca de las dos semanas después del apareamiento. El proceso de un embarazo normal dura entre 52 y 74 días, pero los signos se irán observando poco a poco.
Una de las señales más claras es el cambio de aspecto de los pezones, los que se vuelven más grandes y oscuros. Esto ocurre entre la segunda y la tercera semana luego del apareamiento. Además de este cambio físico se puede observar una falta o disminución del apetito al llegar a la cuarta semana de gestación.
Cuando ha transcurrido un mes de embarazo se pueden sentir los latidos de los cachorros. Aunque no es posible determinar la cantidad de cachorros, estos latidos suaves evidencian la condición de embarazo canino.
Pasando el mes de embarazo el abdomen comienza a hincharse notablemente. Al tocarlo se puede sentir unos pequeños bultos que son los cachorros. A la sexta semana se pueden sentir los movimientos de los pequeños cachorritos.
El último de los signos que pueden evidenciar un embarazo canino son los cambios de conducta. La perra puede preferir estar sola y aislada de la gente durante este proceso, sobre todo en la última etapa.
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